LAS 4 ESTACIONES (INVIERNO)

Era invierno en tu boca y la mía;
cubrían tus pechos la memoria de mis manos,
las perpetuas nieves tiritando en un beso,
la noche de tu cuerpo rendida en su espacio
y el triste frío que penetraba por los ojales de mi gabán.
Comparecía nocturno el invierno,
que lloraba por tus ojos,
mientras dormía sobre la escarcha
formada por un te quiero nunca pronunciado
y que taciturno pendía de las largas estalactitas del hambre.
Cabalgaba tu figura glaciar sobre los témpano que la vida lanzaba contra las olas
surgidas del espanto, como colosos icebergs,
que se convertían en lágrimas bajo la arenas frías de la playa
Ese invierno que fue tuyo y tan mío
hoy navega por las sendas abandonadas del olvido.